domingo, 22 de junio de 2014

Si somos lo que comemos...

La industria alimentaria se convirtió en una de las más contaminantes gracias a las diez principales multinacionales que emiten gases nocivos equivalentes a la polución de todos los países escandinavos en conjunto.
La Organización Internacional sin fines de lucro Oxfam presentó un documento en mayo donde informó que Associated British Foods, Coca-Cola, Danone, General Mills, Kellogg, Mars, Mondelez International, Nestlé, PespiCo y Unilever generan 263,7 millones anuales de toneladas de gases causantes de “efecto invernadero”. Esta cifra supera a las de Finlandia, Suecia, Dinamarca y Noruega juntos.
Oxfam es una confederación internacional de 17 organizaciones que trabajan en aproximadamente 90 países para encontrar soluciones a la pobreza y a las injusticias relacionadas con inequidad en la distribución de la riqueza. Al presentar este informe vinculan el cambio climático con las tormentas, inundaciones y sequías que afectan a los suministros de alimentos y ejercen presión sobre los precios, lo que provoca más hambre y pobreza. Además detallan que todas las emisiones dañinas provienen de la producción de materias primas agrícolas y que no suelen considerarse a la hora de medir el impacto ambiental.
El denominado “efecto invernadero” es un proceso sin el cual la vida terrestre no sería posible, ya que las temperaturas normales rondarían los -18ºC en todo el mundo sin importar la ubicación y la época del año. Consiste en que determinados gases que componen la atmósfera retienen parte de la energía que la superficie planetaria emite por haber sido calentada por la radiación solar. Este fenómeno se ve afectado por la actividad humana que genera un exceso de dióxido de carbono y metano, siendo los principales responsables del calentamiento global.
Lo que propone la Oxfam en su documento es un plan de reducción de los gases generados a 80 millones anuales para el año 2020, o sea un 30,33% menos de la contaminación actual. Esto equivaldría a eliminar todos los autos en funcionamiento de Los Ángeles, Pekín, Londres y Nueva York. El problema es que hasta el momento sólo PepsiCo se ha comprometido a llevar a cabo el proyecto. La ONG también sugiere a las compañías que presionen a sus suministradores a que se sumen a reducir el impacto.
La directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima, emitió un comunicado no muy esperanzador sobre la postura de las empresas: “Los gigantes de la alimentación y la bebida están cruzando los dedos y confiando en que el cambio climático no afecte al sistema alimentario imaginando que otros lo arreglen”. Es que el documento publicado en Nueva York asegura que los precios de algunos productos podrían llegar a aumentar en un 44% en 15 años como consecuencia del calentamiento global.
Oxfam remarca que ninguna empresa está haciendo lo suficiente para que el panorama cambie a pesar de la amenaza que implica el cambio climático para el suministro sostenido de los ingredientes necesarios para sus productos, su poderío económico y la necesidad de alimentar a una creciente población. Entre las diez generan ganancias por 650 millones de euros al día, lo mismo que el Producto Bruto Interno (PBI) de todos los países más pobres del mundo en conjunto. Sin bien la organización destaca la labor de Unilever, Coca Cola y Nestlé en relación al medio ambiente, acusa a Kellogg’s y General Mills como “los peores en asuntos climáticos” y les pide políticas y prácticas más responsables.
En concreto, el documento de la Oxfam le pide a las multinacionales de la industria alimentaria:
- Conocer y mostrar sus emisiones responsables del cambio climático, incluidas las emisiones en sus cadenas de suministro.
- Comprometerse a reducir considerablemente las emisiones de gases efecto invernadero.
- Luchar por medidas pensadas para combatir el cambio climático.

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