lunes, 29 de diciembre de 2014

Reclamo por el cierre del zoológico porteño

Distintas organizaciones protectoras de animales realizarán un abrazo simbólico al parque ubicado en Palermo bajo la consigna “2012, protesta. 2014, propuesta: Sin Zoo”. El evento tendrá lugar el domingo 14 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Animales, a las 14.30 en Avenida Las Heras y Avenida Sarmiento.
El que fuera alguna vez uno de los proyectos más ambiciosos durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, hoy se ve envuelto en la polémica. La idea del abrazo simbólico se remonta a una primera propuesta que se hizo durante el invierno del 2012 cuando se estaba por licitar nuevamente la concesión del zoológico, vencida hace dos años y medio. Malala Fontán, miembro de la organización SinZoo, explicó en una entrevista en el programa Llevalo Puesto de FM La Tribu que en verdad la situación se resolvió como “un remate al mejor postor” en el que ganó la gestión actual por contar con el canon más alto.
A este conflicto se sumó en diciembre de ese año la muerte del único oso polar del recinto por causas asociadas a las temperaturas extremas y los ruidos de la ciudad, ambas condiciones no aptas para su especie. La bronca de los ciudadanos no se hizo esperar e inmediatamente se solicitó el traslado del espécimen de Mendoza a Canadá, donde el clima y las instalaciones de los parques velan por la calidad de vida de sus habitantes. El viaje de Arturo no fue aprobado por la junta médica y sin ninguna respuesta o solución, distintos activistas realizaron una convocatoria masiva en reclamo del cierre definitivo del zoo y la aprobación de una propuesta para transformar el lugar en un centro de contención “para los animales privados de su libertad, que fueron arrancados de su hábitat natural o nacidos en cautiverio”.
Al ser consultada sobre por qué surge tan fuerte la idea del cierre del parque en este momento, Fontán contó detalles sobre un comunicado de los trabajadores del zoológico que fue entregado a la prensa hace un mes y no logró gran difusión pero alertó a los animalistas. Reveló que en el documento se habla desde problemas gremiales y edilicios hasta la falta de personal y presupuesto para el mantenimiento de los animales. “Los empleados han tenido que salir a comprar comida con plata de su propio bolsillo. Incluso se ha llegado a alimentarlos día por medio, con períodos de ayuno de hasta cinco días”, denunció la mujer. Además se sospecha que varios ejemplares fueron utilizados como comida para los depredadores.
Fontán aseguró que el 80% de los habitantes del zoológico porteño sufren de zoocosis, o psicosis del encierro, motivo por el cual sus comportamientos son erráticos y llevan al deterioro: acicalamiento obsesivo, dejar de comer, recorrer el mismo perímetro una y otra vez de forma mecánica y el consumo de plásticos y basura arrojados por los visitantes. Esta ingesta inapropiada se ve ocultada ya que la proteccionista afirmó que muchas autopsias son falseadas por el personal médico. Como consecuencia de todo esto, y con un dedo acusador que apunta al Director de Fauna, el médico veterinario Miguel Rivolta, en los últimos siete años han muerto al menos 200 animales de distintas especies, siendo los casos de el oso polar Winner y la jirafa Lara (que falleció apenas llegó a Río Negro después de un traslado desde Buenos Aires) los más conocidos, pero se estima que se perdieron el 55% de las aves y el 23% de los mamíferos.
La problemática que envuelve al zoo se divide en varias partes: la falta de inversión para el correcto cuidado de las instalaciones y los especímenes exhibidos, la polémica en torno a tener animales fuera de su hábitat natural y en pésimas condiciones y por último las denuncias encabezadas por el ex empleado del parque, el veterinario Juan Carlos Sassaroli, con respecto a la destrucción del patrimonio histórico que representa el predio. Incluso algunos de estos dichos fueron avalados por la Jefa de Restauración del lugar, María Cristina Fernández, haciendo hincapié en el deterioro del cemento, la humedad y la falta de planificación en algunos proyectos, como fue el caso de la Selva Subtropical en el año 1999. Sin embargo la gestión actual se inclinó por el “lavado de cara” ya que recientemente la entrada principal del parque estuvo cerrada por reformas en el exterior.
La propuesta de los activistas apunta a resolver la tenencia de animales en condiciones no aptas, motivo por el cual presentaron un proyecto de ley, disponible en su página www.sinzoo.com.ar. Su objetivo es el cierre responsable y paulatino del zoológico para reconvertirlo en un jardín ecológico dedicado a la rehabilitación de la fauna incautada durante procesos de tráfico ilegal de animales.
Nota publicada en www.notas.org.ar

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